A través del decreto 1828/2015 publicado  en el Boletín Oficial, el Gobierno oficializó el cambio de autoridades en la gendarmería nacional, aunque la versión que dieron este fin de semana los diarios capitalinos en torno a la cuestión reconoce distintas interpretaciones en función de las fuentes informantes.

Todos coinciden, sin embargo, en que el nuevo titular, comandante general Omar Ariel Kannemann, es un solvente profesional de estrechos y aceitados lazos con el poder.

De acuerdo a lo publicado el viernes (04 sept 15) por el diario Clarín, la remoción de las principales autoridades Enrique Zach y José Carlos Pereyra, era cuestión de tiempo. El malestar del secretario de Seguridad Sergio Berni encontró su punto más alto con las falencias observadas durante el operativo desplegado para ayudar a las familias bonaerenses afectadas por las inundaciones.

Irregularidades en el funcionamiento de la fuerza y la represión a los trabajadores de la línea 60, fueron también parte de los motivos que condujeron, al reordenamiento de la cúpula de gendarmería, dijo el diario.

“Una sucesión de hechos que se acumularon y detonaron”, describieron ayer desde el Ministerio de Seguridad al referirse a la salida de Zach y Pereyra. A partir de ayer el nuevo director de la Gendarmería Nacional es el comandante general Omar Ariel Kannemann, como subdirector se nombró en el mismo decreto a Edgard Carrizo.

El punto de inflexión para la salida de Zach fue la falta de presencia durante el plan de contingencia que el Ministerio de Seguridad junto al área de Desarrollo Social encabezaron en el norte de la Provincia de Buenos Aires tras las inundaciones. “Hubo ausencia de conducción en la logística de gendarmería, no controló el despliegue de la fuerza que dirigía”, apuntaron fuentes del área a Clarín.

Durante esas semanas, el ex director de Gendarmería incluso solicitó autorización a Berni para viajar al exterior a un Foro de policías del Mediterráneo. Esto terminó de molestar y se le solicitó la renuncia, medida a la que Zach no quiso acceder y buscó dialogar con la ministra Cecilia Rodríguez y con el propio Sergio Berni. Días después la decisión de la remoción fue tomada con el consentimiento de la Presidenta, quien firma el decreto junto a la titular de Seguridad.

El malestar por el desempeño de Zach tuvo otro antecedente que incluso generó enojo en la Casa Rosada: la represión contra los trabajadores de la Línea 60 en la Panamericana cuando exigían que se reincorporen compañeros despedidos. La violenta jornada dejó heridos y detenidos. En el ministerio de Seguridad reiteran que la orden “nunca fue esa, Zach procedió y tuvimos que hacernos cargo de su mal desempeño sin control sobre sus fuerzas”, detalló una fuente del área.

Antes de su salida, el ex director intentó “condicionar la gestión”, como describieron algunos cercanos al saliente director, dejando en la línea sucesoria a Gerardo Otero, un hombre de su confianza y allegado a Rodríguez. Esto no ocurrió y tras una conversación con Cristina Kirchner, Berni terminó colocando dos hombres de su confianza. Sin embargo, desde el Ministerio aseguraron que el flamante director “tiene excelente relación con la ministra” y también con el ministro de Defensa, Agustín Rossi.