La semana pasada, en un incendio ocurrido en Palermo se encontraron granadas de la organización criminal terrorista Montoneros. La historia que nos quisieron hacer comprar es que eran “jóvenes idealistas” y que buscaban un “mundo mejor” y por esa razón militares malos y sanguinarios los mataron.

Pero siempre que se publican artículos o entrevistas sobre aquellos jóvenes las únicas palabras que figuran son fusiles, armas, bombas, secuestros, asesinatos, copamientos, guerra contrarrevolucionaria, venganza, muerte e innumerables delitos más. Ninguno de sus participantes está preso y gozan de continuo apoyo progre-mediático, maniqueo y a contramano de la verdad histórica. En ningún lado pude encontrar siquiera un poema, una frase de amor o esperanzadora de estos revolucionarios amorosos y soñadores a los que nadie les pidió una revolución. Se acabó. Ya es hora de que empiecen a rendir cuentas. Basta del curro de los derechos humanos y basta de lavar cabezas, muchas de las cuales y gracias al avance de las redes y algunos –muy pocos, pero muy valientes autores– se escucha la otra campana. 

Juan Manuel Riesgo

DNI 30.868.969

Publicado en La Nación