El Presidente convocó a una reconciliación con las Fuerzas Armadas. No es necesario con la inmensa masa silenciosa de la sociedad que las respeta. Con los pocos ideologizados y ruidosos no hay reconciliación posible.

A lo largo de las cuatro décadas de democracia, y especialmente durante los últimos 20 años, nuestras Fuerzas Armadas han sido desprestigiadas y humilladas por rémoras ávidas de venganza de las organizaciones armadas derrotadas en los 70 y por un relato falso creado desde el poder, propalado como dogma de fe a través de los políticos, la educación y parte de la prensa, y validado por una Justicia vergonzante. Cuando la sociedad se saque la venda de los ojos, haga a un lado el forzado formateo mental impuesto y recapacite sobre qué sería de nuestro país, de sus propias vidas y de sus familias si esos “jóvenes idealistas”, a los que muchos veneran como héroes, hubieran triunfado, tal vez se animen a repudiar también esa violencia sin sentido desatada desde las sombras en plena democracia. El país reclama memoria completa, verdad absoluta y Justicia recta.

Jorge Tisi Baña

DNI 10.736.142

Publicado en www.lanacion.com.ar