La situación en Siria es considerada como muy  complicada. Las negociaciones en Astaná, la capital de Kazajistán, sobre la solución del conflicto, consideraron la viabilidad de este formado. El mayor resultado del trabajo en Astaná, es que todos los participantes aprobaron el Reglamento sobre el Grupo Conjunto para Control sobre el Cumplimiento del Régimen del Cese del Fuego, preparado por Rusia, Irán y Turquía. La primera ronda  del proceso de Astaná se celebró el 23 y 24 de enero, cuando se acordó implementar un mecanismo para controlar el armisticio en el país árabe, en vigor  desde el 30 de diciembre pasado.

Además, el pasado 24 de enero, en el marco de las reuniones que representantes del Gobierno de Siria y la oposición sostuvieron en Astaná, Rusia presentó un proyecto para una futura Constitución siria. Este es un intento de elaborar una hoja de ruta encaminada a resolver la crisis siria. El jefe de la Delegación Rusa en el encuentro, subrayó  que Moscú no pretende interferir en el proceso de negociación entre las partes, pero presenta el proyecto de Constitución con el fin de acelerar el proceso de su aprobación. Rusia destacó que ese proceso lo  debe encabezar el pueblo sirio. Moscú  procura no intervenir en asuntos internos del país.

El proyecto le otorga la totalidad del poder y soberanía al pueblo de Siria, en total  conformidad con los compromisos recopilados en la Carta de las Naciones Unidas, la Carta Fundacional de la Liga Árabe, la Carta de la Organización para la Cooperación Islámica, y la Declaración  Universal de los Derechos Humanos. Establece la voluntad del pueblo sirio  de construir un Estado seguro, independiente y soberano; vivir en paz y amistad con otros pueblos, así como constituir una sociedad civil y un estado democrático bajo el imperio de la ley como una expresión de la voluntad popular.

El nuevo proyecto elimina del nombre oficial actual del país,  la palabra árabe (República Árabe Siria), para pasar a denominarse sólo como República de Siria. Con esta iniciativa se pretende formalizar el carácter multinacional y multicultural de ese país. Aunque el idioma oficial del país seguirá siendo el árabe, cada región tendrá el derecho de establecer, en paralelo con el oficial, el uso de  cualquier otro idioma mayoritario en la región, como el arameo o el kurdo. Se destaca en especial el derecho del pueblo kurdo (la minoría más grande del país) de mantener su autonomía cultural.

Además, el proyecto de Constitución propuesto por Rusia prevé el respeto a todas las religiones presentes en Siria y el trato igualitario ante la ley  a todas las organizaciones  religiosas. El sistema  político del Estado Sirio se basará en los principios democráticos, el pluralismo político y en la potestad  de cada ciudadano de ejercer su poder mediante el voto secreto. Toda fuerza política que actúe en el país deberá respetar estos principios, así como el orden constitucional, la soberanía nacional e integridad territorial del Estado. En el proyecto, Siria denuncia el terrorismo en todas sus formas y garantizará la protección de sus territorios y de la población contra las amenazas terroristas. Se establece que las fronteras de Siria son indivisibles, inviolables e integras y que estas podrán ser cambiadas sólo después de un referéndum con participación de toda la población, como una expresión de la voluntad del pueblo sirio.

El proyecto de Constitución delega el poder legislativo al Parlamento, constituido por una cámara baja o Asamblea Popular y una cámara alta o Asamblea Constituyente. Todos los sirios  mayores de 18 años y que cumplan con las condiciones estipuladas en la Ley Electoral, podrán ejercer el derecho al voto. La Ley Electoral deberá incluir disposiciones que garanticen la libertad y la seguridad de los votantes, el derecho a elegir a sus representantes y la integridad de los procedimientos electorales. Los delegados a la Asamblea Popular serán elegidos por los ciudadanos sirios mediante una votación directa, secreta e igualitaria por un período de cuatro años. La Asamblea Constituyente estará compuesta por delegados de las diferentes zonas que conforma el país, así como de representantes de su  cuerpo administrativo.

De acuerdo con el proyecto de Constitución propuesto por Rusia, el presidente sirio deberá ser elegido por los ciudadanos mediante un sufragio universal, secreto, directo e igualitario, para un período de 7 años. Además una persona no podrá ejercer el cargo de presidente por más de dos mandatos consecutivos. Se establece que el presidente del país será el garante de la independencia, la unidad y la integridad territorial del país. Además, ocupará el cargo de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. El Presidente de la República podrá ser removido de su cargo por la Asamblea Constituyente, después de que la Asamblea Popular  presente cargos de traición a la Patria o de otro grave delito y la legalidad de dichos cargos sean confirmados mediante una resolución del Supremo Tribunal Constitucional.

El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso afirmó que la decisión sobre el proyecto de Constitución pertenece a los propios sirios. “La Constitución debe surgir del diálogo, nadie ofrece un documento que debería ser tomado como base”, sostuvieron en la Cancillería rusa y destacaron que el documento presentado por Rusia es “una serie de sugerencias para discutir, no para imponer” .La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia afirmó que “el objetivo del documento es servir como un punto de inicio, un modo de concretar los esfuerzos de los sirios en discutir el futuro de su país. Rusia apoya una Siria unida y laica”. 

Durante las conversaciones entre los países garantes (Rusia, Irán y Turquía), representantes del Gobierno de Siria y la oposición siria en Astaná, reconocieron la importancia del inicio del proceso político y la necesidad de comenzar  a elaborar una nueva Carta magna del país, así como su aprobación tanto mediante un referéndum como de cualquier otra forma que resulte aceptable. En este sentido, es indispensable mantener los logros de las negociaciones llevadas a cabo en Astaná para seguir debatiendo e intercambiando opiniones.