República Argentina: 7:08:57am

 

Así consta en el acta de la audiencia por el habeas corpus, a la que tuvo acceso en exclusiva Clarín, que presentó el ex jefe del Ejército la semana pasada en la que pidió -sin éxito- que le concedieran el arresto domiciliario al aducir que se habían agravado las condiciones de su detención por conflictos con internos procesados y condenados por causas de derechos humanos. La información fue ratificada a este diario por su entorno.

 

La declaración, que representa un giro discursivo del ex jefe militar más protegido por Cristina, se dio el 12 de abril. Milani se presentó ante el juez federal de Lomas de Zamora Alberto Santamarina, acompañado por su defensora, la abogada Mariana Barbitta, y expuso en una audiencia que se prolongó durante dos horas. Allí, aclaró que no tiene problemas graves de salud, en línea con el informe médico que lo antecedió, que dio cuenta de que tiene “una arritmia cardíaca” de larga data pero que “no es un paciente de alto riesgo”. Y, por el contrario, como trascendió días atrás, Milani se quejó por la convivencia con otros presos. Mostró su fastidio por las condiciones de detención y se quejó por no recibir un trato especial dada su trayectoria: “El juez que ordenó la detención en dicho lugar lo hizo como si fuera un procesado cualquiera”, expresó. Y precisó que lo alojaron junto a “los que hoy se encuentran en todas las unidades carcelarias por delitos de lesa humanidad”. Ese fue su pie para pedir condiciones diferentes de detención.

 

Es que Milani recordó que fue “designado jefe del Ejercito por el Gobierno anterior, que fue el promotor, a pesar de que lo acompañó gente del actual oficialismo como la doctora (Elisa) Carrió, de la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final”. “Esta situación -siguió Milani, siempre según la declaración- ocurrida en la década (a partir) de 2003/2004 originó que muchos militares fueran sometidos a procesos por el tema de derechos humanos”.

 

Y ahí Milani dejó una sorprendente confesión. A diferencia de lo que sostienen los organismos de derechos humanos vinculados con el kirchnerismo, considera que “en muchos casos hubieron (sic) notables injusticias. Y en otros no”.

 

El registro de la audiencia no da lugar a dudas: dice que Milani “refiere lo que antecede por casos de los cuales tiene conocimiento”. No obstante, desde su entorno, lejos de desmentirlo, confirmaron esta información a este diario. “Hay situaciones de injusticia frente a determinados casos”, señaló Barbitta ante la consulta de este diario por lo expuesto de Milani en la audiencia. Y completó que su defendido “conoce casos porque le cuentan sus compañeros” desde que está detenido, situaciones que “en un primer momento no podía creer”: “Pero no es que inventa algo, Casación ha dado vuelta o revocado algunas condenas”.

 

Tal vez parte de la explicación respecto a porqué Milani cambió de postura se encuentre en la misma acta. Milani manifestó que “lo sucedido con los internos”, es decir las agresiones verbales que recibió, “es porque personifican (en él) los males que sufren, los procesos (en su contra), etc”. Aunque dijo conocer “sólo a diez de los internos ya que el resto no son del Ejército”, según el ex militar, los procesados por lesa humanidad “personifican sus problemas con la Justicia y los derechos humanos” en su persona “por haber sido jefe del Ejército y haber estado en una posición pública importante durante sus años de gestión”.

 

En este contexto, Milani busca que la Justicia le otorgue el arresto domiciliario mientras se lo investiga por los secuestros y las torturas aplicadas a Pedro Olivera, a su hijo Ramón Alfredo y a Verónica Matta. “Queremos su arresto domiciliario porque cualquier situación en la que hay detenidos por lesa humanidad podría generar alguna situación de riesgo que impacte en su salud psíquica y física”, enfatizó Barbitta.

 

 

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