Rusia, una de las grandes potencias energéticas del mundo, es rica en recursos energéticos naturales. Tiene la mayor reserva de gas natural conocida, al mismo tiempo que es la segunda a nación en reservas de carbón, y la octava en reservas de petróleo. Exporta el 70%  del petróleo producido, lo que lo convierte en el principal exportador mundial de energía neta, así como el  mayor proveedor para la Unión Europea.

De acuerdo a la BP Statistical  Review of World Energy, Rusia posee 103,2 mil millones de barriles de petróleo en ad de reservas probadas, lo que equivale al 6,1% de las reservas probadas del mundo, y lo que la sitúa  en el sexto lugar a nivel mundial. Actualmente es el tercer mayor productor de petróleo del mundo, con sus 10,8 millones de barriles por día, se ubica después de Arabia Saudita que produce 11,5 millones y detrás de los Estados Unidos  que está por el orden  de 11,6 millones. Rusia ha mantenido este sitial en cuanto a la producción de petróleo los últimos 30 años, con la eventualidad de que algunos años ha superado en producción a Arabia Saudita. Si se toma en cuenta que poco más del 30% de esa producción es destinada al consumo interno y el restante es  exportado, puede apreciarse mejor la incidencia del petróleo ruso en el mercado internacional de este energético, que es principalmente comercializado en el Norte de Europa. La relevancia rusa en el mercado mundial de hidrocarburos se ve acrecentada si se considera que, siempre de acuerdo a la BP Statistical Review, tiene  1.152,8 billones de pies cúbicos  de gas natural en calidad de reservas probadas. Las segundas reservas más importante del mundo después de las de Irán, que posee1.201,4 billones de pies cúbicos.

Según el informe elaborado por la multinacional British Petroleum, Rusia liderará exportaciones mundiales de gas y petróleo en los próximos veinte años. Los autores del informe sobre Perspectivas Energéticas para 2035 creen que la producción  y los suministros de energía en Rusia aumentarán, en particular,  gracias a la laboriosa extracción de petróleo de esquisto (Este tipo de petróleo está contenido en depósitos de rocas que deben ser taladradas y extraídas de forma sólida, es diferente a la extracción del petróleo crudo que casi siempre se encuentra en forma de fluìdo. Extraída la roca pasa por distintos procesos y se separa  la materia orgánica de la piedra); mientras que las reservas de gas tradicional no se agotarán  por lo menos hasta dentro de un siglo. El estudio prevé que la producción de hidrocarburos en Rusia crecerá; para 2035 la extracción de petróleo  aumentará de 523 millones de toneladas al año, como ocurre actualmente, a 548 millones, mientras que la extracción de gas predominantemente convencional, rondará los 807 mil millones de metros cúbicos anuales ahora es de 672 mil millones). El pronóstico realizado por los expertos de BP es real. Está basado en los datos sobre las reservas de hidrocarburos en Siberia del Este y Ártico y asegurado por la propia petrolera británica. Lo más interesante de esta situación es que Rusia y América Latina intensifican la cooperación bilateral. Para Rusia es muy importante poder ingresar económicamente en América Latina. De acuerdo con la Doctrina, Rusia “buscará consolidar los vínculos con los socios latinoamericanos en el marco de foros internacionales y regionales, y ampliar la cooperación con alianzas multilaterales y estructuras integracionistas de América Latina y el Caribe”. El texto que fue aprobado por el presidente Vladimir Putìn, permitirá que Rusia se involucre del mejor modo con ciertos proyectos en América Latina, sobre todo de tipo económico, de infraestructura y de desarrollo.

Es importante para Rusia y para América Latina y también para todos los países de la región,  que las relaciones estén basadas en el concepto  win-win ganancia mutua), y no importa cuál sea el color político del Gobierno o la relación de las fuerzas políticas; el desarrollo de las relaciones con Rusia resultará conveniente también para estos. Moscú va a desarrollar este tipo de cooperación. Otro tema  principal  es que Rusia comercia con Latinoamérica sin que le importe la ideología de sus gobiernos. Otro punto para tener presente es el avance de la cooperación entre los países de América Latina y la Unión Económica Euroasiática y la Comisión  Económica de Eurasia. Continúa la cooperación económica y comercial en difíciles  condiciones, con una situación económica global desfavorable. Existe una serie de proyectos que están en proceso de implementación o listos para ser llevados a la práctica en el año 2017. Se impulsó el diálogo comercial directo entre las comunidades empresariales de Rusia y América Latina. Sobre la base de los memorandos, ya firmados con algunos países, tuvieron lugar negociaciones muy importantes. Avanzó la coordinación de los documentos  similares con el Mercosur y la Comunidad Andina.

En el formato bilateral también existen ejemplos. La empresa estatal nuclear rusa, Rosatom,  y la Autoridad Reguladora Radiológica y Nuclear de Paraguay (ARRN), que ya tienen firmado un memorándum de entendimiento, están a punto de suscribir un acuerdo bilateral sobre el uso pacífico de la energía atómica. El Gobierno  boliviano espera tener en julio el informe final de Rosatom para comenzar la construcción del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear en la ciudad de El Alto. Rusia y Cuba mantienen negociaciones sobre proyectos en materia de energía, transporte y aviación. La empresa petrolera rusa  Rosneft, a pesar de la complicada situación económica de Venezuela, aseguró que seguirá con la implementación de los proyectos concretados.

Los volúmenes de exportación e importación entre Rusia y Brasil crecieron en un 40% desde que Michel Temer asumió la presidencia de ese país. Hay especialistas que sostienen que la reciente visita de presidente de Brasil a Moscú “podrá  tener un amplio y profundo impacto estratégico en la geopolítica regional”. Temer pidió inversiones en el área de energía, gas y petróleo. Brasil apuesta por atraer inversiones rusas para instalaciones diversas de su infraestructura. Además de esto, Brasil  avanzó en las relaciones con Rusia en el marco de los BRICS. El PBI total de los países del grupo es del 30% del nivel mundial, mientras que su población compone el 43 % de la población mundial. Los integrantes de los BRICS confirmaron el interés en desarrollar la cooperación multilateral en diversos ámbitos.

Los especialistas consultados coinciden en que, mientras  tanto, Rusia continúa el fortalecimiento íntegro de las relaciones con los países de América latina y el Caribe, tomando en consideración el creciente rol de estas regiones en los asuntos internacionales. Sobre esta base que es muy importante, y en el marco de foros internacionales y regionales, es que recomiendan que podría resultar interesante para la Argentina, comenzar a buscar la consolidación de los vínculos con Moscú y de esa manera ampliar la cooperación bilateral.