“En diciembre último, todo el mundo ha vuelto a ver que Rusia no habla por hablar, y las Fuerzas Armadas rusas tienen las armas más modernas. Rusia está al día de hoy por delante de otros países en la producción de misiles de combate. Los estadounidenses han reconocido en varias ocasiones que se van quedado muy atrás en la ingeniería de misiles”, dijeron los analistas. 

Mientras tanto, los rusos  siguen avanzando y sus  Fuerzas de Misiles Estratégicos reciben un modelo que no tiene nadie en el mundo. El Kremlin reveló que las características de la ojiva planeadora le permite evadir  las zonas de defensa antimisiles de cualquier adversario y, en consecuencia, el proyectil es capaz de superar los sistemas de defensa antimisiles existentes y en desarrollo. A diferencia de las ojivas tradicionales, que siguen una trayectoria balística la del Avangard planea en las capas densas de la atmosfera, a una altura de decenas de kilómetros sobre la superficie. La velocidad máxima del Avangard supera en más de 20 veces la del sonido. El Kremlin informó además que el programa de pruebas del sistema de misiles Avangard se ha cumplido en su totalidad. Las Fuerzas Armadas rusas comenzarán a recibir este sistema estratégico intercontinental durante este año (2019). Putin llama a reforzar la capacidad defensiva de Rusia ante las amenazas externas.

El Sistema de Misiles Hipersónicos Avangard será capaz  de superar cualquier sistema de defensa antimisiles en los próximos 30 a 50 años, declararon expertos militares. El misil Avangard sigue una trayectoria impredecible en las capas densas de la atmósfera y resulta prácticamente imposible de interceptar. Se cree que si Estados Unidos llega a desplegar sistemas de interceptación espaciales o un sistema  antimisiles escalonado, el Avangard los burlará fácilmente.

El experto de control de armamento  de la Universidad Tecnológica de Dortmund (Alemania), Jurgen Altmann, explicó que si desencadenara una guerra, Washington apenas sería capaz de defenderse ante Rusia. Al comentar el asunto al medio Deutschlandfunk, Altmann hizo observaciones sobre los planes del mandatario estadounidenses, Donald Trump, de modernizar el sistema de defensa  de EE.UU. y dotarse de armas espaciales. El investigador constató que en realidad no es posible crear una especie de escudo para protegerse contra un ataque de misiles. Según su pronóstico, la probabilidad de derribar proyectiles rusos con interceptores es sólo del 10%. Altmann, agregó  que tras la retirada de EE.UU.  del Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM), Rusia  descubrió otras maneras de obstaculizar las actividades del sistema de defensa aérea estadounidense. En cuanto  a la posibilidad de instalar más interceptores en Alaska, el analista constató que esto ayudaría a defenderse de Irán o Corea del Norte, pero no de Rusia.

Rusia ha elaborado novedosos tipos de armamento y los países occidentales no tiene nada para responder, declaró el general Richard Barrons, según publica The Sunday Times.

 El ex Jefe del Mando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Reino Unido destacó que la estrategia actual de Rusia  es aumentar su capacidad de combate a distancia y no recurrir a operaciones terrestres. Al respecto, el militar elogió el armamento recientemente fabricado, incluidos los misiles hipersónicos y drones submarinos. Barrons constató que el novedoso equipo militar ruso pone a Occidente en una situación “lamentablemente vulnerable”.” Los rusos han creado el espectro y potencial que nosotros no tenemos. En breve Occidente podrá encontrarse en una posición precaria”, agregó. Entre el nuevo armamento más potente cabe destacar a los Misiles Hipersónicos Avangard y el Dron Submarino Poseidòn. “Rusia ha analizado muy bien el poderío militar de EE.UU. y ha pensado como contrarrestarlo”, indicó Barrons. El general  precisó que los misiles rusos tardarían seis minutos en alcanzar territorio de EE.UU., lo que representa una velocidad de dos veces más alta que la de los proyectiles de producción occidental. Es decir, actualmente los misiles rusos serían muy difíciles de derribar. El general reconoció que los países occidentales podrían movilizarse para aumentar considerablemente su potencia. No obstante, ahora la OTAN “está dormida”.

La nueva estrategia estadounidense de defensa y retirada del Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance (Tratado INF) podría ser calificado como de “Extremo peligro”. Si Rusia y EE.UU. no se ponen a negociar sobre el Tratado INF, la situación se volverá extremadamente peligrosa, opina Gotz Neuneck, jefe del Grupo de Investigación para el Desarme y Control del Armamento, y vicedirector del instituto de Estudios de Problemas Globales y Política de Seguridad de la Universidad de Hamburgo. El presidente estadounidense , Donald Trump, presentó  una nueva estrategia del país para un sistema de defensa antimisiles más agresivo, basado en el espacio. El anuncio viene tras la confirmación del inicio de la retirada de los EE.UU. del Tratado INF sobre los misiles de mediano y corto alcance, a pesar de los intentos de Rusia por mantener el acuerdo. “Me gustaría instar a ambos Gobiernos a volver a las discusiones serias sobre las acusaciones. Si esto no  sucede, es muy probable que hay una nueva carrera armamentística en varios niveles”, advirtió Neuneck. Según el analista, la retirada del Tratado INF no corresponde a los intereses de los EE.UU. y menos a la de los países europeos que pueden convertirse en víctimas de este paso estadounidense.

Moscú llamó a Washington a mostrar voluntad política para buscar juntos soluciones de los problemas en la esfera estratégica antes que sea tarde. Pero la política de Washington es para incrementar las capacidades del sistema de defensa antimisiles, hasta desplegarlos en el espacio, lo que provocará inevitablemente una nueva carrera armamentística.

Las ideas de Defensa de Misiles no reforzarán la seguridad de los EE.UU., ni de sus aliados, sino tendrán un efecto contrario al dañar aún más la estabilidad global. Por eso hay necesidad de reanudar urgentemente el diálogo ruso-estadounidense en pleno formato sobre los aspectos del control de armas y el fomento de la seguridad global. Moscú está dispuesto a negociar y entregó a Washington sus propuestas al respecto, aunque siguen sin respuesta.

Rusia insta a los EE.UU. a buscar junto soluciones de los problemas en el ámbito estratégico. Rusia no necesita crear nuevas armas para poder destruir a los EE.UU. Mientras tanto, las autoridades rusas reiteraron en numerosas ocasiones que las nuevas armas no amenazan a los países que no tiene planes de atarla y la doctrina militar del país tiene un carácter exclusivamente defensivo. El presidente ruso afirmó que en el mundo crece la tendencia de no tomar en serio la amenaza de una guerra nuclear. Putin advirtió que si estalla una guerra nuclear, acabará con toda la civilización o incluso con el planeta, por lo tanto es un tema muy serio y lamentablemente existe y hasta crece la tendencia de subestimar el problema. El presidente ruso además expresó la esperanza de que la humanidad tenga suficiente instinto de auto conservación para evitar una catástrofe nuclear. La cuestión es si tienen ese instinto en los EE.UU.