Recordaron que el Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance —INF, por sus siglas en inglés—, firmado en 1987 por los entonces líderes de la URSS y EEUU, Mijaíl Gorbachov y Ronald Reagan, ha sido de importancia primordial para la seguridad mundial. El acuerdo obligó a las dos partes a eliminar todos los misiles, tanto nucleares como convencionales, que tenían un alcance de entre 500 y 1000 kilómetros - de corto alcance - y de entre 1000 y 5500 kilómetros - de medio alcance. Para mayo de 1991 las partes eliminaron un fascinante número de más de 2500 misiles.

Desde el 2 de febrero del corriente, EEUU suspendió sus obligaciones según el Tratado INF. El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, reafirmó que EEUU se va a retirar formalmente del acuerdo a principios de agosto a menos que Rusia vuelva a cumplirlo de forma cabal y verificable. Rusia también anunció en respuesta que empieza a desarrollar un misil hipersónico de emplazamiento terrestre. Al mismo tiempo, Moscú dejó claro que no quiere dejarse involucrar en la carrera armamentista, mantiene sus propuestas de desarme y esperará a que EEUU esté listo para entablar las conversaciones correspondientes.

Se hizo hincapié que desde hace mucho tiempo EEUU ha estado acusando a Rusia de violar el Tratado INF. En particular, apuntaba al misterioso misil 9M729, también conocido como SSC-8. Según la información no oficial, el 9M729 es un tipo de misil de crucero y fue diseñado por el sistema de misiles Iskander. Estos misiles, según se afirma, pueden alcanzar blancos a una distancia de entre 2.000 y 5.500 kilómetros, algo que está prohibido por el INF. El mayor problema con todas estas aseveraciones radica en el simple hecho de que el misil nunca ha sido probado en distancias como estas ni fue diseñado para alcanzar blancos dentro de este rango, motivo por el cual no viola las cláusulas del Tratado. Esto parece creíble porque Washington todavía no ha presentado ninguna prueba concluyente. Por ahora son solo palabras. Para muchos expertos, todos los reclamos de los EEUU tienen un carácter artificial y no se basan en ningún hecho o prueba. Este anuncio es motivado por razones políticas: de esta manera simplemente buscan salir del Tratado INF y lo explican con sus acusaciones contra Rusia. La salida de Washington de este acuerdo es necesaria para fomentar el aumento de la presencia militar estadounidense en Europa. Estados Unidos considera que Europa es un posible teatro de guerra nuclear táctica limitada, por lo cual desplegará nuevos sistemas de ataque. Para disponer de esta posibilidad, primero tienen que abandonar el tratado. Además, los misiles estadounidenses ya están desplegados en Rumanía y Polonia, y los expertos no descartan la posibilidad de que pronto aparezcan allí los misiles Tomahawk, incluso con ojivas atómicas. Esto reducirá significativamente el tiempo que un misil norteamericano necesita para alcanzar blancos en el territorio de la Federación de Rusia. Es una situación muy peligrosa, pero Estados Unidos la fomenta de manera deliberada. Esto es una política bien planteada de Washington que supone la retirada de todos los acuerdos que atan las manos a la parte norteamericana. Esto le dará libertad de acciones y la posibilidad de crear las condiciones para realizar un primer ataque contra Rusia.

El Ministerio de Defensa ruso afirmó que resulta evidente que todas las acusaciones contra Rusia de crear el misil 9M729, que supuestamente viola el Tratado INF, se basan solo en los datos de inteligencia inventados por la CIA y Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial. En la reunión informativa que el Ministerio de Defensa de Rusia organizó para representantes extranjeros fue presentado el misil 9M729 y se probó que no puede violar el Tratado INF. Rusia, antes de esa reunión informativa, ofreció proporcionar información detallada sobre el misil a EEUU, para atender todas sus preocupaciones y preservar el Tratado INF. Sin embargo, la iniciativa rusa quedó sin respuesta. De su parte Rusia presentó pruebas irrefutables de violaciones flagrantes del Tratado INF por parte de EEUU, incluido el emplazamiento en Europa de los sistemas de lanzamiento terrestres Mk-41, capaces de disparar los misiles de crucero Tomahawk, así como el inicio de la construcción de una planta en Tucson (Estado de Arizona en EEUU) para producir misiles de alcance medio.

 

El 20 de febrero del corriente el presidente ruso, Vladímir Putin, en su intervención anual ante la Asamblea Federal (Parlamento bicameral) declaró que EEUU lleva violando desde hace tiempo las disposiciones del Tratado INF con las pruebas de misiles señuelo de medio alcance y el despliegue en Rumanía y Polonia de sistemas de lanzamiento de misiles de crucero. El mandatario advirtió que Rusia se verá obligada a considerar medidas simétricas y asimétricas en respuesta al emplazamiento de misiles estadounidenses de alcance corto y medio en Europa. A la vez, el mandatario subrayó que Rusia no será el primer país que emplace esos misiles en el territorio de Europa.

 

Las consecuencias de la retirada de EEUU del acuerdo tendrán un efecto duradero puesto que se trata de la pérdida de un instrumento fundamental del control sobre armas heredado después de la guerra fría. Ambas partes (EEUU y Rusia) tendrán una oportunidad legal para producir misiles de medio y corto alcance, eso significa una nueva etapa de la carrera armamentista que afecta la Unión Europea y también Asia y America Latina, sufrirán consecuencias. No pasará nada radical al día siguiente de la salida de EEUU del acuerdo. El desarrollo de nuevos sistemas de armas, su entrega y pruebas requieren tiempo, es decir, el problema tendrá el efecto en unos años. Los expertos suponen que START III (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) tendrá el mismo destino que el Tratado INF.

 

Los expertos opinan que Estados Unidos decidió retirarse del Tratado INF cuando perdió su superioridad en misiles de alcance medio y más corto lanzados desde buques y aviones. Después de firmarse el Tratado INF en 1987, los estadounidenses se quedaron con misiles de esa clase, Tomahawk, porque el acuerdo no se extendía a esa arma. La Unión Soviética tenía algunos buques armados con misiles de alcance medio y más corto, pero eran pocos, y de allí la ventaja que ofrecía ese tratado a Estados Unidos. Pero ya más tarde, cuando Rusia tuvo suficientes misiles de ese tipo e incluso llegó a ensayarlos en Siria, los norteamericanos perdieron su superioridad y decidieron salir del Tratado INF. Simplemente, ese tratado ya no aportaba ventajas a Estados Unidos.

 

No faltan expertos internacionales que declaran que la salida de EEUU del Tratado INF sobre misiles de alcance medio y más corto pone en peligro a la estabilidad mundial. Es una política muy peligrosa que podría tener consecuencias muy graves para la estabilidad global. Los expertos opinan que la comunidad internacional, y sobre todo los ciudadanos de EEUU y de otros países de la OTAN, cuyas autoridades repiten ciegamente las insinuaciones estadounidenses, deberían pensar a dónde puede conducir la búsqueda por Washington del fantasma de la dominación militar. Ellos subrayaron que EEUU desde hace mucho tiempo decidió emprender el camino hacia la ruptura del Tratado INF para garantizar la posibilidad de utilizar una gama ilimitada de instrumentos militares para ejercer presión sobre cualquier oponente en cualquier parte del mundo.

 

En opinión de Carlos Carrillo, docente e investigador, director del portal Al Garete, lo que vemos en esta actuación es que Rusia ha demostrado ser un país respetuoso. No ha intervenido en otros países como lo hace EEUU, ahora mismo el tema de Venezuela: mientras Rusia abogan por el respeto a la soberanía de los pueblos. EEUU constantemente interfiere en las situaciones políticas de los demás países y, ahora se sale del INF. Es peligroso, es una decisión equivocada, advierte el especialista.

 

La líder de la Cámara de Representantes del Partido Demócrata de EEUU, Nancy Pelosi, juzgó que la Administración Trump corre el riesgo de una carrera armamentista y socavar la estabilidad y seguridad internacionales. A esto se sumó el senador del Partido Demócrata Ed Markey, quien consideró que la medida de Trump "hará del mundo un lugar menos seguro". Hasta ahora ninguno de los 27 países de la Unión Europea (sin el Reino Unido) ha exhibido su disposición a alojar los misiles prohibidos de EEUU, lo cual los colocaría a vuelo de pájaro de una instantánea represalia de los poderosos proyectiles rusos.

 

Pareciera que al jugador de póquer Trump le gusta barajar de nuevo las cartas para ver las contradicciones de sus enemigos y sacar ventaja. Pero el retiro unilateral del Tratado INF del presidente de EEUU acelera la carrera armamentista y pone en peligro a Europa y al resto del mundo incluyendo a America Latina. El INF es el tratado clave en materia de armamento y concierne a la seguridad de todos los países. EEUU de tal manera no contribuye a fortalecer su propia seguridad ni nadie. ¿Un mero juego sucio o una guerra nuclear a la vista? 

 

Si queremos fortalecer la estabilidad estratégica, necesitamos un diálogo igualitario que respete los intereses mutuos, debemos recuperar los canales de comunicación y crear condiciones que permitan fortalecer la no proliferación de las armas de destrucción masiva y sus portadores y, si es necesario, modificar los mecanismos de control de los armamentos.