La decisión del Frente de Todos provocó la reacción de la oposición. “Acá hay razones inconfesables”, denunció el radical Julio Martínez (La Rioja), quien acusó al kirchnerismo de perjudicar a los militares por “portación de apellido” y deslizó sus sospechas de que detrás del veto se encuentre la mano del Instituto Patria y de César Milani, exjefe del Ejército durante el segundo mandato de Cristina Kirchner.

Sin mediar mayor explicación, el oficialismo decidió rechazar los ascensos del general Sergio Pucheta, de los tenientes coronel Guillermo Gomar, María Alejandra Freytes y Andrea Cristina de Marco, del marino Juan Alberto Mercatelli y del profesional del cuerpo médico de la Fuerza Aérea Rubén Algieri.

“Por respeto a las Fuerzas Armadas no vamos a explicar públicamente los motivos; por respeto a las personas y la integridad personal de ellos”, fue la escueta explicación que brindó el kirchnerista Oscar Parilli (Neuquén) al momento de anunciar que el oficialismo iba a rechazar los ascensos.

Los seis militares cuyas carreras quedarán truncadas formaban parte de un grupo de nueve militares cuyos ascensos el Frente de Todos había congelado a fines de septiembre pasado, cuando la Comisión de Acuerdos dictaminó sobre más de un centenar de promociones de las Fuerzas Armadas.

La suerte fue diferente para el coronel Roberto Casares, el contraalmirante Pablo Luis Fal y el vicecomodoro Gustavo Daniel Otero, a quienes el oficialismo les levantó el veto y decidió darles el visto bueno a sus ascensos en la próxima sesión de la Cámara alta a partir de que el dictamen cumpla los siete días desde su publicación que establece el Reglamento del Senado.

La breve intervención de Parrilli provocó la queja del radical Martínez, quien acusó al oficialismo de no abundar en fundamentos de su rechazo “porque son razones inconfesables”, entre las que mencionó la “portación de apellido” por parte de los militares cuestionados.

“Quizás se trata de señalar por portación de apellido a algunos militares, algo que ya se hizo en el anterior gobierno kirchnerista y que es muy grave”, se quejó el senador riojano.

Martínez deslizó sus sospechas de que los efectivos fueron perjudicados por ser familiares de militares acusados o condenados por “cuestiones que pueden haber hecho sus antepasados, que no los discutimos ni los defendemos, pero sí a su descendencia, que no puede ser condenada por haber nacido en tal o cual hogar”.

“Esto que ustedes están haciendo lo hacían en la Alemania nazi, por eso tienen que dar explicaciones”, denunció Martínez, quien se preguntó con que información el kirchnerismo decidió objetar a estos militares, teniendo en cuenta que habían pasado el filtro del Ministerio de Justicia y que tampoco habían recibido objeciones del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). “¿Se los da el Instituto Patria? ¿O es Milani quien da la información para señalar a tal o cual militar?”, concluyó. La pregunta del senador radical no fue respondida por nadie del oficialismo.

En el final, Martínez también se preguntó por la falta de tratamiento del ascenso del jefe de la Casa Militar, coronel Alejandro Guglielmi, propuesto por el Poder Ejecutivo hace varias semanas atrás que, denunció el senador, fueron incluidos en la lista de ascensos sin el consenso de la junta de calificación de las Fuerzas Armadas.

“Guglielmi no está en el temario, aparentemente el padrino es el Presidente de la Nación”, afirmó Martínez, quien tras señalar que si bien no estaba de acuerdo con el procedimiento usado por el Poder Ejecutivo, hizo hincapié en que el oficialismo estaba “tratando todos (los ascensos) menos el propuesto por el Presidente”.

“No vaya a ser cosa que sea el próximo Rafecas”, ironizó el riojano, aludiendo al juez Daniel Rafecas, cuyo pliego para procurador general de la Nación permanece cajoneado por el kirchnerismo desde más de dos años y medio.

Tras la insistencia del senador radical, al que se sumaron sus compañeros de bancada Eduardo Vischi (UCR-Corrientes) y Guadalupe Tagliaferri (Pro-Capital), el kirchnerista Parrilli tomó de nuevo el micrófono, pero no abundó mucho más de lo que ya había dicho cuando anunció el rechazo de su bancada

“Motivos personales y por ese motivo estamos propiciando el rechazo. No estamos haciendo ninguna otra cosa que cumplir con la Constitución, que dice que es el Senado el que da o no el acuerdo”, cerró Parrilli la discusión.

Gustavo Ybarra La Nación