Aquellos valientes y recordados protagonistas de la defensa que perdieron su vida fueron: el mayor Horacio Fernández Cutiellos, el teniente Ricardo Alberto Rolón, el sargento ayudante Ricardo Raúl Esquivel, el sargento Ramón Orue, el cabo primero José Gustavo Albornoz, los soldado clase 69 Julio Grillo, Roberto Tadeo Taddía, Martín Leonardo Díaz y Héctor Cardozo pertenecientes al Ejército Argentino; el comisario inspector Emilio García García y el sargento José Manuel Soria de la Policía de la provincia de Buenos Aires.

Transcurridos 34 años del ataque  durante el gobierno de Alfonsín, nos reunimos con un grupo de patriotas a conmemorar la heroica resistencia y la valerosa recuperación del artero y criminal asalto que fue frustrado por el ejército y la policía de la Provincia de Buenos Aires y en el que perdieron 11 efectivos caídos bajo las balas asesinas.

   Tuvimos la oportunidad después del acto de recorrer el cuartel en que se desarrolló la batalla. Resulta increíble, pero es real que el cuartel está abandonado, deteriorado, derruido, cubierto de maleza, sucio y en un estado general vergonzante debido a más de 30 años de desocupación. 

   Lo que no lograron los terroristas lo hicieron después los gobernantes y ese espacio que, al menos, debería ser un monumento al valor de sus defensores y al sacrificio de sus vidas hoy es el símbolo de un Estado sin vergüenza ni respeto por sus héroes y sus mártires.

  Sin embargo, hay una realidad aún peor y más dolorosa que la descripta. Todos los atacantes sobrevivientes fueron liberados por presión de organismos internacionales y de los mal llamados organismos de derechos humanos locales, en evidente connivencia ideológica con los terroristas, y luego indultados. Queda un único detenido y condenado con prisión perpetua: el General Alfredo Manuel Arrillaga quien comandó la recuperación del Regimiento tomado por los terroristas. Acusado como responsable por la muerte de un terrorista que supuestamente habría sido capturado con vida, ignorado en su alegato de inocencia, acusado en una causa ya prescripta y reabierta en el 2014 a pesar de la inexistencia de una situación que pudiera calificarla como un delito de lesa humanidad, no solo hubo para el general de 85 años una condena impiadosa, sino que ni siquiera recibió el beneficio de un indulto del que gozaron todos los asesinos terroristas.

Se consumó así, una vez más, un acto de venganza de los terroristas derrotados sobre los soldados que los vencieron en defensa de la nación y de la democracia en un gobierno constitucional y cumpliendo órdenes emanadas del Presidente y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.

   Si tanto se ha apartado la nación argentina de la justicia y el reconocimiento a sus héroes, si tanto se ha invertido la lógica de los castigos y las recompensas hasta el punto de que se han cometido injusticias que no tienen remedio, al menos justo es solicitar que el predio del que fuera Regimiento de Infantería Mecanizada 3  sea transformado en un monumento nacional y que el General Alfredo Manuel Arrillaga sea indultado y reconocido por su acción valerosa y exitosa para recuperar para la Patria lo que la subversión terrorista quiso arrebatarnos.

Buenos Aires, 25 de enero de 2023.

 

JUAN CARLOS NEVES

Presidente de Nueva Unión Ciudadana