Desde el restablecimiento de la democracia, se buscó sacar unidades de los grandes centros urbanos. Un ejemplo de ello, es el traslado de la Brigada de Infantería X, cuyo Comando estaba en la Ciudad de Buenos Aires y sus unidades en la Provincia. Los cuarteles vacíos del Regimiento 3 de Infantería de la Tablada desde hace décadas, son un ejemplo de ellas. 

En el marco de este tipo de política,  quedaron sin unidades militares las capitales de Santiago del Estero, Catamarca y Corrientes,-donde se restableció parcialmente,- y en Rosario, que quedó sin ninguna unidad militar, pese a ser la segunda ciudad del país. Tucumán también perdió su  unidad militar, manteniéndose sólo un Liceo. 

Esta política, fue acompañada de otra, que buscó,- y en casos concretó,- la venta de los inmuebles del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Este proceso afectó a inmuebles de les tres Fuerzas, concretándose algunas de las ventas que se pretendían. 

Los fondos originados por estas operaciones inmobiliarias iban a retornar a cada una de las Fuerzas para ser destinados a reequipamiento. Ello resultó así en pocos casos. El dinero derivó al Ministerio de Defensa, que lo utilizó para pagar deudas. 

Pero la Pandemia, que llevó al gobierno nacional a emplear las Fuerzas Armadas para atender las urgencias alimentarias y sanitarias de la población. Se organizaron 14 comandos en todo el país dependientes del Comando Operacional del Estado Mayor Conjunto, desde los cuales se organizaron las operaciones de elementos de las tres Fuerzas. 

La falta de unidades en algunas capitales de provincia,- como las mencionadas,- y su ausencia en determinados centros urbanos,- como Rosario,- mostraron la necesidad ya no de mantener las que hay, sino incluso de reabrir algunas que se habían cerrado. 

Es que en un concepto moderno de la función militar en la Argentina del siglo XXI, las instalaciones de las Fuerzas Armadas tienen uso múltiple:

1) Son la base en las cuales se aloja e instruye el personal y desde las cuales se despliega.

2) Son las instalaciones donde deben reunirse las reservas, tanto para su instrucción periódica como para su movilización.

3) Son bases de apoyo, desde las cuales las Fuerzas de Seguridad Federales (Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeronáutica), se concentran, despliegan y abastecen como sucede con frecuencia.

4) En los hechos,- como tiene lugar hoy con la Pandemia,- donde se concentran con mayor facilidad, medios y elementos para coordinar la acción frente a emergencias climáticas y sociales.

La situación hace hoy que a las misiones impuestas para atender las necesidades alimentarias y sanitarias de la población, se agregue la de desplegar fuerzas en la frontera norte en apoyo de la Gendarmería, frente a los riesgos que genera el flujo de personas por la Pandemia e impedir que en este momento crítica, se vea afectada la situación de seguridad. 

En este marco, deja de tener sentido cerrar unidades militares, sino que incluso puede ser conveniente reabrir algunas, en función de su "multifuncionalidad", como la Pandemia ha puesto en evidencia al comenzar la tercera década del siglo XXI.