Por José Luis Milia publicado en www.laprensa.com.ar
En 1983, el retorno de la democracia en Argentina trajo como política de estado una ofensiva sistemática contra sus Fuerzas Armadas y de Seguridad. Aquellos que combatieron a la guerrilla castrocomunista fueron sometidos a una ola de represalias, con juicios plagados de irregularidades -juicios que aún siguen vigentes- sentencias motivadas por intereses políticos y una justicia corrompida que actuó, y sigue actuando, más como instrumento de venganza que como garante del derecho.