El relato,de la pluma de la periodista Gretel Gaffoglio del diario Clarín, es el siguiente:
Nada presagiaba la fatalidad. Era una mañana diáfana y soleada, inusualmente templada en Villa Reynolds, San Luis, sede de la V Brigada de la Fuerza Aérea Argentina (FAA). A las 9.15 del pasado miércoles las condiciones de vuelo se perfilaban óptimas para el adiestramiento diario de los pilotos de cazabombarderos.
A 10 mil pies de altitud (3048 m), el zumbido de dos A4 Fightinghawk, abocados a ejercicios de simulación de combate aire-aire, escoltaban las tareas rurales de los locales. Acostumbrados al frenesí aéreo, a los baqueanos, no obstante, les resultaba difícil ignorar el vértigo que proyectaba el cielo.