El Gobierno dispuso que todos los agentes de inteligencia de las fuerzas armadas a partir de ahora pasen a cobrar sus sueldos con nombre y apellido en un banco del estado y desde la oposición pidieron la anulación de la polémica medida, argumentando que es una “sobreactuación que pone en riesgo a esos espías”, según lo describe el diario Clarín (13 may 2020) en una nota de su periodista Daniel Santoro