El 4 de abril del corriente año, un ataque en la ciudad siria de Jan Sheijun, en la provincia de Idlib, en el que presuntamente se usaron armas químicas, se cobró de vida de decenas de personas. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el secretario de Estado del, Rex Tillerson, atribuyeron la responsabilidad de un “ataque químico” al Gobierno de Bashar al Assad. El Ejército sirio niega rotundamente el uso de materiales químicos o tóxicos en la localidad y responsabiliza del ataque a los grupos terroristas que operan en la zona. Según el Ministerio de Defensa de Rusia, la aviación siria bombardeó una fábrica de armas químicas de la oposición armada, que enviaba armamento a la ciudad siria de Alepo y a Irak.