República Argentina: 3:58:49pm

Publicado por www.perfil.com

El analista internacional, Alejandro Laurnagaray, describió que, “estamos viviendo una nueva serie de carreras y competencias estratégicas entre los grandes actores en vía de este nuevo sistema multipolar”.

El analista internacional, Alejandro Laurnagaray, desarrolló para Canal E el escenario global marcado por las tensiones entre Estados Unidos, China y Rusia, también advirtió que, “vivimos una nueva era de competencias estratégicas” y que “el armamento nuclear sigue siendo una herramienta de disuasión fundamental”.

“Estamos viviendo una nueva era, una nueva serie de carreras y competencias estratégicas entre los grandes actores en vía de este nuevo sistema multipolar”, sostuvo Alejandro Laurnagaray. En ese marco, “una de ellas es la carrera armamentista” y remarcó que el armamento nuclear es “fundamentalmente una herramienta y un activo de disuasión, de evitar que terceros actores lleguen a determinado nivel de acciones que nos puedan perjudicar”.

Preocupación por la consolidación de un nuevo episodio bélico

Asimismo, advirtió que, además del cambio climático, “la proliferación nuclear es una de las grandes amenazas para la supervivencia de la humanidad” y explicó que hoy “algunos analistas hablan de una segunda guerra fría”.

“En los lugares más tensos, como la guerra en Ucrania, el mar Meridional de China, el estrecho de Taiwán o la península de Corea, la tensión militar crece”, señaló Laurnagaray. “Eso fue noticia mundial, el anuncio de Trump de que iba a volver a realizar pruebas nucleares”, comentó, y aclaró que, “parte de la estrategia de disuasión nuclear es comunicar claramente mi intención de disuadir o de amenazar”.

Las pruebas nucleares en números

Al referirse a las pruebas nucleares, recordó que, “desde el 45 hasta mediados de los 90 se han realizado más de 2.000 explosiones nucleares”. De ellas, “solo Estados Unidos realizó más de 1.000, la Unión Soviética más de 700 y China unas 45”. Sin embargo, explicó que, “durante los años 60, 70, 80 y 90 se fueron creando distintos mecanismos y tratados para limitar y prohibir las explosiones nucleares”.

“La última de Estados Unidos fue en 1992, la última de Rusia en 1990 y la última de China en 1996”, detalló el analista internacional. “A partir de ahí, se comenzaron a realizar pruebas subcríticas, que son simulaciones o pruebas sin explosiones reales”, explicó. Estas pruebas, añadió, “permiten experimentar con el estado del plutonio y el uranio, que se deterioran con el tiempo, y hacer simulaciones en supercomputadoras”.

“Las grandes potencias vienen modernizando sus armamentos nucleares, pero no llegan al nivel de pruebas críticas”, dijo. “Por decisión propia y una autolimitación, mantienen una moratoria, es decir, no realizan más explosiones nucleares porque ya saben cómo hacerlo”, aclaró.