Por Canal26 publicado en www.canal26.com
El gobierno ilegal confirmó avances en lo que espera que sea la nueva "puerta de entrada a la Antártida" y terminal para cruceros, pesqueros, barcos científicos y petroleros.
Lejos de hacerle caso a los organismos internacionales que aseguran que las Islas Malvinas son parte del territorio argentino, el Reino Unido continúa asentándose cada vez más en el archipiélago mediante ejercicios militares y construcciones que refuerzan la posición de su gobierno ilegal.
Recientemente, el Reino Unido confirmó la aprobación de nuevos contratos para la fabricación, entrega e instalación de un nuevo puerto en las Islas Malvinas. Además, se prevé el desmantelamiento de la instalación existente y la entrega de una nueva ruta de acceso y calzada.
La finalización de la totalidad del proyecto se estima para 2027, dado que el ilegítimo gobierno de Malvinas plantea una fuerte inversión, tal vez la más grande en la historia de la administración británica.
Gracias a esta infraestructura estratégica, el Reino Unido fortalecerá su presencia en las Malvinas y afianzará su control sobre recursos naturales clave. Así, esta obra no solo desoye los reclamos de la República Argentina sobre la unilateralidad de las acciones británicas, sino que también ignora los llamados internacionales a retomar el diálogo entre ambas naciones.
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Ubicado en una posición estratégica en pleno Atlántico Sur, el nuevo puerto se perfila como un punto clave para la actividad pesquera de las flotas internacionales -principalmente de China, Corea del Sur, Taiwán y España-. Esta infraestructura se convertiría en el principal centro de descarga y concentración de productos marinos extraídos en la región.
Además, funcionaría como la base de abastecimiento más cercana a la zona de pesca, brindando servicios esenciales para el funcionamiento de estos buques: provisión de alimentos, combustible, repuestos, herramientas de pesca y recambio de tripulaciones.
A largo plazo, incluso se proyecta atraer inversiones asiáticas mediante alianzas estratégicas, con el objetivo de instalar astilleros capaces de atender a una flota de más de 350 barcos que operan más allá de la milla 200 desde hace dos décadas. Así, el puerto también podría transformarse en un polo de reparaciones y mantenimiento.
Como complemento, se busca que esta infraestructura también actúe como centro logístico para el reabastecimiento de las bases en la Antártida y otras islas bajo administración británica, consolidando así el control en una zona marítima de alto valor geopolítico y económico, con acceso directo al continente antártico.