República Argentina: 4:16:02pm

Reclamarán por la libertad de los militares presos

Por Agustín De Beitia publicado por www.laprensa.com.ar

La Plaza de Mayo será este sábado el epicentro de una manifestación para reclamar a las autoridades por la libertad de los militares, policías y civiles que siguen presos por hechos ocurridos durante la guerra contra la subversión, pese a las denuncias de graves irregularidades en los procesos judiciales en su contra, alegaciones que son desestimadas por el propio sistema cuestionado.

La manifestación tendrá lugar a las 16 horas y se distinguirá por el uso de pañuelos negros. Es organizada por "Unidos por la sangre derramada", una agrupación creada a comienzos de este año por civiles y ex combatientes de la guerra contra el terrorismo y de Malvinas que pugnan por la verdad completa, quienes sostienen que la gran mayoría de los detenidos son inocentes y están privados de su libertad por persecución ideológica.

Será la primera vez que aparezcan los pañuelos negros en la emblemática Plaza de Mayo.

Una de las organizadoras es Asunción Benedit, viuda del capitán Francisco Lacal Montenegro, un militar que combatió a la guerrilla en Tucumán como parte de la Operación Independencia, quien explicó así a La Prensa el motivo del acto: "Vamos a pedir por la libertad de estos presos políticos, o patriotas cautivos como me gusta llamarlos a mí, y por su reivindicación. Se hará presente una gran cantidad de agrupaciones de veteranos de la Operación Independencia y veteranos de la recuperación del cuartel de La Tablada, es decir, los que han combatido a la subversión. Así que también vamos a pedir por el reconocimiento moral y económico de ellos".

Benedit aclara que ninguno de los organizadores tiene como parientes a "presos políticos", sino que "adoptamos esta causa porque creemos que debe hacerse justicia y porque es una causa de la patria".

La fundadora de la agrupación "Pañuelos Negros" explica que el color de los pañuelos "es porque estamos de luto por la patria hasta que no se resuelvan las tres causas por las que pedimos: los presos políticos; los veteranos de la guerra contra la subversión, a los que no se los deja ni desfilar siquiera; y las víctimas civiles del terrorismo, que son más de 20 mil y son olvidadas".

Benedit lamenta el clima de intimidación que precede al acto, que busca frustrar la manifestación.

“Hay una suerte de mandato de no hablar de esto -dice- y muchos lo aceptan. Hubo mucho dinero para sostener el relato oficial, dinero que aporta la izquierda internacional, y el pueblo adhirió encantado".

"Por eso -continúa- con esta marcha queremos exponer esta situación. Hasta ahora sólo se conoció una versión de los hechos difundida con buena prensa y mala maña, y respaldada por lo que nosotros llamamos el poder judicial militante".

"Ya han muerto en cautiverio 950 de estos hombres que defendieron la patria -dice-. Más del 90% eran inocentes. Los que son culpables, los que cometieron excesos, son muy pocos. Y lo sabemos porque hemos estudiado las causas. Pero incluso ellos ya han pagado su pena. Han pasado más de 25 años en la cárcel. Y cuando están por cumplir su condena les ponen otra causa para que no salgan. La idea es que no salgan nunca", argumenta.

"El resto de los detenidos está injustamente preso. Han sido mal juzgados y peor sentenciados por estos jueces del poder judicial militante", insiste.

Benedit señala que esto no se sabe porque opera la intimidación, la indiferencia de la sociedad y porque el relato trata a todos los detenidos como culpables, los llama genocidas, “y el pueblo compra esa mentira”.

ESPEJO DEFORMADO

Guillermo Sotovía, otro de los organizadores, que es piloto civil y escritor, hijo de un brigadier, afirmó en una nota publicada en el sitio Prisionero en Argentina que "la Plaza de Mayo -esa que debería ser el corazón de la patria- fue convertida en el símbolo unilateral de un relato apócrifo, un espejo deformado que sólo mostró media historia. Y media historia es una mentira completa".

La que se cuenta "es una historia mutilada, escrita por quienes necesitaron demonizar a las Fuerzas Armadas y de Seguridad para ocultar su propia sangre derramada en los años 70", sostiene Sotovía, quien recuerda que desde el regreso de la democracia "comenzó una persecución feroz, metódica y maliciosa contra los uniformados y sus familias" a través de los llamados "juicios de la venganza".

"Mientras tanto -prosigue- aquellos que sembraron bombas, asesinatos, intentos de copamiento y una guerra abierta en Tucumán fueron premiados con dinero, homenajes y cargos públicos".

En otro video difundido en las redes sociales anticipaba que "el 29 vamos a decirle al Poder Ejecutivo, al Poder Legislativo y al Poder Judicial que Argentina tiene una deuda con esta gente, con los prisioneros de guerra, cuyas causas serían de dudoso armado". Y llamaba a "investigar si hubo prevaricato en esos juicios, si hubo jueces que armaron causas, si hubo escuelas de testigos, si hubo fiscales cómplices. Tenemos que descubrir la historia", dice.

@agustindebeitia