El régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, está acusado de perseguir a los competidores para las próximas elecciones presidenciales de noviembre. El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los EE.UU. el senador Bob Menéndez, impulsa un proyecto de ley para que la administración de Joe Biden aumente la presión sobre el régimen de Nicaragua.
Menéndez cuenta con el apoyo de los senadores Marco Rubio, Dick Durbin, Ben Cardin y Chris Murphy. El proyecto de ley es denominado Refuerzo de la Adherencia de Nicaragua a las Condiciones para la Reforma Electoral (RENACER, por sus siglas en inglés) y prevé la coordinación con Canadá y la Unión Europea. Además, pide al poder ejecutivo que revise la participación de Nicaragua en el Tratado de Libre Comercio de América Central (CAFTA). Julie Chung, Secretaria de Asuntos Hemisféricos de la Secretaría de Estado norteamericano, dijo que Washington no ve actualmente condiciones para la celebración de elecciones democráticas por las medidas “represivas” impuestas por el presidente nicaragüense Daniel Ortega, e instó a la Organización de Estados Americanos (OEA) a abordar el asunto. Agregó, entre otras cuestiones: “…59 países firmaron hoy la declaración, demandando elecciones libres y justas en Nicaragua y la liberación inmediata de los candidatos presidenciales…”.
El senador republicano Marco Rubio, puntualizó que la legislación exige sanciones contra los funcionarios del régimen de Ortega y una investigación completa sobre el dinero que las Fuerzas Armadas de Nicaragua han invertido en los Estados Unidos.
Ante el Senado norteamericano, el almirante Craig S. Faller, jefe del Comando Sur de EE.UU., sostuvo, que países vecinos como Cuba, Venezuela y Nicaragua perpetúan la corrupción, desafían la libertad y la democracia y son una amenaza directa para el territorio estadounidense. Agregó “… La única forma de contrarrestar estas amenazas es fortalecer a nuestros socios en el la región”, como Colombia y Brasil.
Sancionaron a tres funcionarios y a la hija de Ortega.
El gobierno norteamericano sancionó a cuatro nicaragüenses, incluida una hija del presidente Daniel Ortega, con el bloqueo de propiedades y la prohibición para hacer negocios.
El Gobierno de Nicaragua protestó por las sanciones impuestas. En el documento, el Gobierno de Ortega tildó a los EE.UU. de "imperialista y colonialista" y que con esas sanciones "acaba de pronunciarse, como ha sido y es su estilo de injerencia e interferencia en los asuntos internos de nuestros países".
Según la nota, Washington está "dictando medidas ilegales, arbitrarias, coercitivas y unilaterales contra ciudadanos nicaragüenses, cuyo único delito es representar, muy en alto, la dignidad y el heroísmo de nuestro pueblo".
En síntesis
La administración norteamericana presiona a Nicaragua usando diferentes instrumentos: diplomáticos, militares y económicos e involucra en este proceso a organismos internacionales. Incluso el senado norteamericano impulsa una ley para presionar a la administración de Ortega en Nicaragua.
En su parte, el Gobierno de Nicaragua protesta las sanciones impuestas ya que provocan un debilitamiento de la situación económica a la vez que empeoran la situación epidemiológica y da como resultado un crecimiento de la tensión política preelectoral con miras a las elecciones presidenciales del próximo noviembre, en ese país caribeño.