República Argentina: 6:35:04pm

El análisis que pormenoriza las relaciones de los EE.UU y la Unión Europea (UE) con China exhibe la rivalidad y competencia entre bloques. Origina desconfianza mutua y permanente, conformando una asociación poco fiable. 

 

Relaciones EE.UU. –China

 

El informe sostiene que con Biden en la presidencia, es evidente el distanciamiento, porque continúo  política antagonista de Trump. Biden priorizó la cooperación con sus aliados, y revitalizo la economía  para competir con China. Las disputas comerciales  siguen sin resolverse.

Biden tiene una visión (compartida por demócratas y republicanos), que es   la creciente rivalidad con China. En Beijing, creen  que el enfrentamiento con EEUU es irremediable. Combaten en  la diplomacia, fortalecen sus relaciones y aceleran su autosuficiencia económica. Geográficamente, la rivalidad se centró en el Indopacífico. Para Washington, China es una amenaza de primer orden. Para Beijing, los estadounidenses pretenden dividir a los países asiáticos y apuntalar la hegemonía en la región. La desconfianza mutua y las diferencias sobre sus respectivas visiones del orden regional han dado lugar a una creciente hostilidad en los focos de tensión regionales. 

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Relaciones de la UE -China.

 

Esta relación se  deterioró. En 2019, Bruselas calificó a China de rival sistémico, y se agravo durante la pandemia. Bruselas, creo el Instrumento de Lucha Contra la Coerción (contramedidas frente a posibles amenazas de otros países) o el Reglamento para el Control de las Inversiones Extranjeras Directas (pone límites cuando afectan la seguridad o el orden público de la UE).

El deterioro fue mayor, cuando Lituania intento abrir una Oficina de Representación de Taiwán en Vilnius como una afrenta a la política de «Una Sola China. 

China se volvió más combativa e intransigente en sus relaciones con la UE. Beijing  alienta la independencia europea de los EEUU.

 

El conflicto Rusia- Ucrania y  el Indopacífico, genero la  formación de dos bloques

 

Este conflicto acelero el distanciamiento con China y provoco que las tensiones con Beijing  aumentaran.

China tiene un precario equilibrio entre salvaguardar sus relaciones con Rusia y no desestabilizar su relación con EEUU. Antes del inicio de la guerra, China y Rusia firmaron un Acuerdo de Cooperación, en un intento de  Beijing por  aparentar neutralidad e imparcialidad. Los dos gobiernos  están descontentos porque perciben que está regido por valores occidentales y dominados por EEUU. La postura de China en la guerra de Ucrania muestra el pesimismo sobre el futuro de sus relaciones con Washington, y la preminencia que da a Rusia como aliado estratégico en este contexto.

Bruselas fue optimista y trato que  China e mediase en el conflicto; ahora ya no cree que Beijing sea  decisivo en la crisis (Cumbre UE-China del 1 de abril, cuando el Alto Representante de la UE, Josep Borrell, reconoció que China no se iba a involucrar de manera activa en la resolución del conflicto  y que lo mejor que cabía esperar era que la «neutralidad pro-rusa» de China no acabase derivando en un mayor apoyo a Moscú)

En la Cumbre con Bruselas, Beijing trató de dejar de lado las diferencias de ambas partes sobre Ucrania y mandó una delegación diplomática a ocho países intentando controlar los daños causado en la región.

Crece el alineamiento de intereses de EEUU y de la UE, y voluntad de trabajar en conjunto respecto de China. Se formalizó en la era Trump y se incrementó con Biden. En 2020, la UE y EEUU establecieron el Diálogo sobre China (facilita intercambios sobre  acciones de Beijing en  ciberseguridad, la lucha contra la desinformación y derechos humanos). Además,  crearon el Consejo Transatlántico de Comercio y Tecnología, que facilita la cooperación en estos sectores ante la creciente competencia con China. 

Para la UE, la crisis exhibió  las amenazas de China y Rusia que la consideran entrelazadas obligando a abordar en conjunto las geopolíticas en Europa y el Indopacífico. 

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Un Indopacífico fragmentado 

 

Hasta el momento, los países del Indopacífico se han mostrado divididos. Australia, Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda, Singapur y Taiwán se sumaron a las sanciones de Estados Unidos y la UE, ofreciendo  ayuda económica y algunos militar a Ucrania, y criticando a Rusia. La dureza de Bruselas y Washington hacia Moscú fue bien recibida en Taiwán.

La mayoría de los miembros de ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) y también la India fueron reacios a condenar a Rusia.

Algunos, consideraron hipocresía occidental la condena a Rusia y no lo hicieron cuando la invasión a Afganistán o Irak, o por apoyar la guerra de Arabia Saudí en Yemen. India, pertenece a la Alianza Cuadrilateral (Quad) no condenó  a Rusia y busco equilibrar  las sanciones de la UE y EEUU, originando  fricciones con ambos. 

Bruselas, priorizó la cooperación con Corea del Sur, Japón y Singapur, más Australia y Nueva Zelanda, en el marco de la OTAN.  EEUU y la UE inician mayor colaboración con Indonesia y Taiwán. La UE y EEUU van a tener tres socios preferentes en el Indopacífico: Australia, Corea del Sur y Japón. 

Frente a esta alianza que intenta  contener el poderío económico y militar, China acelerara su autosuficiencia económica y tecnológica, sobre todo si Taiwán cierra filas con EEUU y la UE. 

China ve la guerra de Rusia- Ucrania como una oportunidad para Washington de controlar los asuntos europeos y las acciones de sus aliados en el Indopacífico. 

Por otra parte, EEUU y China compiten por controlar las redes submarinas de las fibras ópticas. Para la OTAN y  aliados hay una batalla silenciosa contra Beijing y la compañía  china HMN Technologies (proveedora de cables submarinos). El gigante chino Huawei es otra de las preocupaciones para Washington que en 2020 el Departamento de Comercio incluyo en un listado de empresas sancionadas.

¿Regreso a los dos bloques?

La crisis entre la UE, EEUU y China disparo la formación de dos bloques: Bruselas, Washington Australia, Corea del Sur y Japón y China. Por el otro lado Rusia. En economía, China buscará su autosuficiencia. EEUU y la UE desarrollaran cadenas de suministro independientes del país asiático.

 

Washington precisa una estrategia de riesgo con China

La desvinculación y tensiones entre Washington y Beijín se acentúo  cuando Biden pidió al Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos que observaran en detalle los acuerdos transfronterizos en áreas sensibles (inteligencia artificial, la computación cuántica y biotecnología) y en la cuestión Taiwán.

Intenta disuadir de un posible ataque de China a Taiwán. Le falta un plan por desvinculación de ambas economías (corte de cadenas de suministro y flujos financieros). Habría dos respuestas de Washington: aranceles y sanciones o reconstruir la base industrial americana. 

 

En síntesis 

Los analistas internacionales en su informe, ven las relaciones de Beijín  y Washington con pesimismo y creen que empeorarán.  China como potencia mundial se maneja con independencia. Creen que no se someterá al orden impuesto por EE.UU. China, ubicado en el centro de Eurasia podrá construir su propio mundo geopolítico. 

China, con fuerte liderazgo desde el XVIII CNPCC, busca unidad interna, desarrollo económico, reducción de la pobreza y  ascenso de la sociedad, para enfrentarse a Occidente. EE.UU. descuido asuntos internos.  

Consecuentemente, Washington es un socio poco fiable para Pekín; y sigue una política de "doble contención" (de China y Rusia), con un enfoque particular en socavar la asociación ruso-china. La asociación entre Rusia y China es extremadamente poco rentable para EE.UU., concluye afirmando el informe de los analistas internacionales. 


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