República Argentina: 6:29:04am

La Unidad con asiento en Reconquista, provincia de Santa Fe, recibió al personal del Escuadrón que participó en el Conflicto del Atlántico Sur

En la III Brigada Aérea con asiento en Reconquista, provincia de Santa Fe, se llevó a cabo una ceremonia en la cual se condecoró al personal de la Institución que integró el Escuadrón Aeromóvil Pucará Malvinas durante el Conflicto del Atlántico Sur.

La misma fue presidida por el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Xavier Julián Isaac, junto a otras altas autoridades de la Institución, personal militar de la Unidad, veteranos de Guerra de Malvinas e invitados especiales.

Durante el acto se realizó una invocación religiosa por parte del capellán castrense de la Unidad y, seguidamente, el comodoro “VGM” (R) Rubén Sassone brindó palabras alusivas en las que resaltó la heroica actitud de pilotos, mecánicos y armeros del Escuadrón Aeromóvil Pucará Malvinas, quienes lucharon con arrojo junto al resto del personal destinado en las Islas brindando tareas de apoyo tanto en tierra como en vuelo.

Al respecto del 2 de abril de 1982 manifestó: “Ese día no lo sabíamos, pero iba a marcarnos para toda la vida. Y ahí empezó todo, había que llevar la Brigada al sur, algunos aviones ya estaban allí, pero ahora venía el movimiento terrestre para apoyar a esos Pucará y a lo que había que trasladar. El destino era el aeródromo de Puerto Santa Cruz”.

“Para allá salimos, en distintas tandas. Los aviones fueron yendo y conformando así una base aérea militar con todas las letras. El esfuerzo no fue poco, el Grupo Base trabajó contra reloj para tener las condiciones óptimas para sostenerla y así los mecánicos trabajar y los pilotos volar. Todo era incertidumbre, pero la tarea era clara; prepararse y estar listos para lo que pudiera suceder”, recordó el veterano de Guerra de Malvinas.

“Ya en las islas se fue conformando, el que sería el único escuadrón de combate de la Fuerza Aérea basado en el mismísimo Teatro de Operaciones”, declaró el comodoro y agregó: “Todo abril sirvió para completar la dotación de aviones, mecánicos y pilotos y buscar un lugar apto para operar fuera de Puerto Argentino. Así la elección recayó en la precaria pista de Darwin - Goose Green.”

“El 29 de abril ya estábamos todos allí a la espera de lo que viniera y esto no tardó en suceder, el 1° de mayo amaneció con el ataque inglés a Puerto Argentino y luego nos tocó a nosotros. Nuestro Bautismo de Fuego no pudo ser peor, un piloto y siete mecánicos ofrendaron sus vidas y pasaron a integrar el escuadrón del cielo”, comentó Sassone y agregó: “El golpe no podría haber sido más letal, pero es aquí donde hay que empezar a relatar y escribir en letras de oro, el accionar de todo el Escuadrón. A los pocos instantes del desastre que nadie imaginaba, ya estábamos todos haciendo algo para ayudar a los heridos o tratar de apagar el fuego que amenazaba el depósito de municiones, había muchísimas cosas por hacer. Ya habría tiempo de llorar a los amigos que se nos fueron”.

“Ahí afloró, lo que creo nos distinguió durante toda la guerra, esa comunión entre pucareros, ese trabajo codo a codo que sería la constante durante todo el tiempo que estuvimos allí”, afirmó el veterano.

“Y llegó la noche, con la triste confirmación que el teniente Daniel Jukic, los cabos principales Juan Rodríguez y Mario Duarte; los cabos primeros José Maldonado, Agustín Montaño, Andrés Brashich, Miguel Carrizo y José Luis Peralta, nos habían dejado”, comentó y continuó: “El golpe había sido devastador, pero creo que ellos fueron los que nos empujaron a hacer con más fervor lo que debíamos hacer. Ellos nos reclamaban no bajar los brazos y si ya éramos un solo equipo, un solo corazón, ahora estábamos decididos más que nunca a honrarlos y seguir adelante, pese a todo”.

Además, destacó la camaradería y el espíritu de cuerpo que poseían todos y cada uno de los miembros del Escuadrón y cómo estos valiosos guerreros sobrellevaron las situaciones durante el Conflicto:

“Otra vez el espíritu de equipo salió a flote, otra vez juntos, mecánicos, ingenieros y pilotos, lado a lado luchando hasta el desenlace final. Un final para nosotros muy duro, pero sobre todo muy triste, (…) pero hoy estoy feliz, estar nuevamente en mi casa, mi hogar por casi diez años, en mi querida III Brigada Aérea, viendo las caras de muchos de los que estuvimos en ese momento tan especial, que fue la defensa de la Base Aérea Militar Cóndor en Darwin - Goose Green, orgulloso de todos ustedes”, remarcó el oficial.

“Por eso, dejar testimonio de esta epopeya es una obligación moral ineludible, nada debe ser menospreciado, pero, sobre todo, nadie debe ser olvidado. El recuerdo de lo que pasó da sentido a la esperanza, manteniendo una promesa y una actitud como nos dice esa estrofa de la marcha de Malvinas: no las hemos de olvidar. Pero, sobre todo, lo que nunca se debe olvidar, es que de aquí salieron hombres dispuestos a dar todo, cumpliendo varios de ellos, el sagrado juramento de defender la patria hasta perder la vida”, declaró el veterano.

Por último, concluyó: “Espíritu y compromiso nunca fueron palabras vacías para los hombres de la III Brigada Aérea, pese a estar en condiciones tremendamente desiguales frente al enemigo, supieron la forma de afectarlo y dañarlo con tácticas inéditas, que dieron lugar a acciones heroicas y notables sacrificios. La desventaja tecnológica se desafió con profesionalismo y convencidos de la causa justa. Para los veteranos, la guerra de Malvinas, como ya dije, nos marcó para toda la vida”.

Luego, se entregaron las medallas a los pilotos afectados a las operaciones de apoyo de fuego aéreo cercano, entre quienes se encontraban el comodoro "VGM" (R) Roberto Vila y el comodoro "VGM" (R) Ricardo Grünert, quienes recibieron la condecoración con el grado de "Medalla al Liderazgo en Combate”. Por su parte, el vicecomodoro "VGM" (R) Alcides Russo obtuvo la medalla “Honor al Valor en Combate".

Asimismo, en cuanto al personal afectado a la defensa de la Base Aérea Militar Cóndor, los brigadieres "VGM" (R) Ricardo Fasani y Gustavo Lema; el comodoro “VGM” (R) Rubén Sassone; los suboficiales mayores “VGM” (R) Roque Márquez, Juan Mansilla, Jorge Bustos y Hugo Arguello, junto al suboficial principal José Olea obtuvieron la medalla “Honor al Valor en Combate”. Además, fue condecorado de manera post mortem con esta medalla el comodoro “VGM” Saúl Costa.

Finalmente se entonaron las estrofas de la Marcha de Alas Argentinas y se realizó una foto grupal de todo el Escuadrón Aeromóvil Pucará que servirá de testimonio para recordar a esta jornada malvinera.

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