República Argentina: 1:04:26am

 

Meses después de esa orden, se desarrolló una operación militar durante una reunión de la Conducción Nacional de Montoneros. Tras fiera resistencia armada, tres terroristas fueron abatidos y dos se suicidaron para no ser capturados: la terrorista Oficial Segundo Victoria Walsh (NG Hilda -como la hija del Che-), en un teatral amague de rendición, arroja la ametralladora humeante y a la vista de muchos, se pega un tiro en la sien, con su pistola.

 

El hecho es contado orgullosamente por su propio padre, Rodolfo Walsh (NG Esteban) terrorista jefe de Inteligencia de Montoneros, responsable directo (entre muchos otros) del asesinato de 37 personas, en los dos mayores atentados terroristas con explosivos perpetrados por la orga.

 

Mediante paciente alquimia político-ideológica, desarrollada sin pausa durante 45 años, organismos y sectores que aprueban el terrorismo setentista, lograron instaurar el relato mentiroso que transformó la guerra revolucionaria vivida en Argentina, en una suerte de repentina, caprichosa y sanguinaria locura, provocada por las fuerzas legales; victimizando simultáneamente a los terroristas, mutados en inocentes jóvenes perseguidos, por expresar ideales diferentes…

Sin ponerse colorados, diarios y periodistas, presentan hoy a la operación militar anteriormente señalada, como: “la masacre de la calle Corro”, y el “asesinato de militantes”…

 

Esa tergiversación, generada e implementada por los mercaderes de los DDHH, es incluso una falta de respeto a los caídos: cuadros terroristas de alto nivel en la orga, entrenados y equipados, política y militarmente en el extranjero.

 

Ello no es casual, sino que empalma con el tenaz ocultamiento de las víctimas causadas por las orgas terroristas (AfaVitA lo sufre y denuncia desde hace años), procurando que “si no hay víctimas, no hay victimarios”, para lograr la indemnidad de los asesinos. Los diez militares encarcelados recientemente por el juez Rafecas (sí, el mismo de la Causa Nisman y que sigue haciendo méritos, para ser nombrado Procurador General…), se suman al ominoso listado de militares presos políticos: 2543 procesados, de los cuales 697, han muerto en cautiverio.

 

Ello ocurre desde que la Justicia Independiente, fue enterrada y desaparecida, por la justicia militante, con enredados circos jurídicos, montados para encarcelar y someter a quiénes derrotaron al terrorismo.

 

Han configurado una casta de parias descartables, a la que se le vulnera el principio de legalidad (consagrado en el Art. 18 de la Constitución), sacados de sus jueces naturales, acusados retroactivamente de delitos “de lesa humanidad”, que no existían al momento de los hechos imputados y hoy declarados imprescriptibles (eludiendo pautas específicas del Estatuto de Roma) e imperdonables, en contra de lo establecido por los propios Tratados de DDHH que invocan pero no cumplen.

 

Jueces prevaricadores, que no respetan los DDHH de los militares presos y grotescamente les aplican prisiones preventivas extendidas hasta por 11 años (máximo 2 años para no militares) y en los circos, consideran valederos: testimonios “de oídas” sobre hechos no presenciados por los testigos, identificaciones “por el perfume” o “por los mocasines” empleados y aceptan reconocimientos fotográficos, con descripciones físicas incompatibles con tales imágenes… mientras que sin el menor análisis y fundamento, rechazan todo documento presentado por las defensas, negando el beneficio de la eximición de prisión, la excarcelación, las libertades condiciones y hasta la prisión domiciliaria, aun habiéndose acreditando enfermedades y superando holgadamente el requisito de edad.

 

Lo expresado se agrava, por cuanto se realiza con el beneplácito de los sectores políticos afines al terrorismo y frente al silencio cómplice, cobarde y cómodo, de los otros, alentados por el aplauso de organismos de DDHH desprestigiados, que se benefician manteniendo vivo el negocio del “curro” y la mentira de los 30.000, a la vez que apoyan sin vergüenza, el cobro de indemnizaciones truchas.

 

AfaVitA, junto a la Unión de Promociones, repudia las detenciones dispuestas, que atacan y pretenden callar y disciplinar, en la persona de su principal referente: Cnl (R) Guillermo César Viola, su permanente denuncia de los atropellos judiciales aplicados contra los Presos Políticos.

 

Pese a todo, AfaVitA reafirma su compromiso con la Paz y la Concordia en Argentina.

 

Andrés Fernández Cendoya

Presidente AfaVitA

 

Silvia Ibarzábal

Vicepresidente AfaVitA

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