República Argentina: 9:39:34am

 

La misión de la OTAN en Afganistán está próxima a terminar. De acuerdo con los planes de esta organización político-militar sus tropas abondanarán el país asiático en 2014. Según el semanal alemán “Der Spigel”, a pesar de las aseveraciones contravertidas, la misión de la OTAN fracasó y ahora se examina como retirar de este país sin bajas el armamento y al personal militar, y a la vez conservar su presencia y sus posiciones geopolíticas en esa región.

La operación de la Alianza Atlántica en Afganistán empezó en el año 2001 y actualmente en esta participan más de 132 mil militares de 48 países, incluso 90 mil norteamericanos. En breve la mayoría de ellos regresarán a casa y además lo deben hacer con el armamento. Después de que en noviembre  de 2011 las autoridades paquistaníes cerraron sus vías de transporte a las Fuerzas Internacionales  en Afganistán (ISAF) porque soldados norteamericanos atacaron y mataron,  en la zona fronteriza paquistaní-afgana a  24 militares paquistaníes, el único camino para el tránsito que queda es a través del territorio de los estados de Asia Central.

El 4 de junio de este año el Secretario General de la OTAN Anders Fogh Rasmussen anunció que la Alianza había llegado al acuerdo con Kazakstán, Kirguistán y Uzbekistán sobre el tránsito del equipamiento y pertrechos militares de la OTAN a través de esos paises. Como agradecimiento por este permiso, les han prometido entregar y en primer lugar por los Estados Unidos de armamento sofisticado, tales como tanques, carros blindados, medios de la defensa antiaérea, entre otros, y hasta los aparatos de entrenamiento físico.

Al entregarles a los países arriba mencionados una parte considerable de su armamento Washington puede atar  a esos estados para muchos años a su “máquina militar” y a la vez obtener la lealtad de ellos con relación a la política norteamericana en esa región. Pero esto no es todo. También se trata de la conservación de los objetivos militares estadounidenses en esa zona (por ejemplo la Base Aérea de los EE.UU. en el aeropuerto capitalino de Kirguistán) y la creación de nuevos emplazamientos

Según los expertos en cuestiones orientales los Estados Unidos quieren fortificarse en la Asia Central y formar una red de sus objetivos bélicos en los países de la región, que es la tarea estratégica de la política regional norteamericana. Como declaró la titular del Departamento de Estado de los EE.UU. Hillary Clinton, “la gran parte de la futura historia del Siglo XXI será escrita en Asia, y los Estados Unidos deben tener allí el estatuto de una potencia-residente en el sentido militar, político y económico si queremos preservar nuestro liderazgo global.”

De acuerdo a analistas políticos, la posición de los Estados Unidos en esta región,  no favorece al establecimiento del clima de confianza y estabilidad en Asia Central. Al revés, la actitud de Washington y sus aliados de la OTAN  va en contra de los intereses estratégicos de tales países, como China y Rusia, los cuales tienen tradicionales vínculos historicamente establecidos con las repúblicas centroasiáticas que puede provocar una nueva tensión y confrontación política en esa parte del mundo.


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